MARKETING ESTRATEGICO
"En estos tiempos, usted no persigue a su competencia. No persigue la tecnología. Persigue a su consumidor
Nosotros lo ayudamos a hacerlo estrategicamente"
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"En estos tiempos, usted no persigue a su competencia. No persigue la tecnología. Persigue a su consumidor
Nosotros lo ayudamos a hacerlo estrategicamente"
Jr. Ricardo Palma N 9 - Ofc. 401
Departamento de ventas
Cusco . Peru
964 -660444
La complacencia es el enemigo de cualquier negocio. Lo suficientemente bueno es lo suficientemente bueno durante tanto tiempo antes de que no lo sea, antes de que otros que no se contentan con descansar en sus laureles hayan traspasado su aventura
La complacencia puede ser una canción de sirena para el empresario no iniciado; después de todo, ha trabajado duro para llegar al punto en el que se encuentra, y ¿por qué no debería sentarse y disfrutar los frutos de su trabajo por un tiempo? Pero la ruina yace de esa manera para aquellos que siguen demasiado lejos en ese camino, se sienten demasiado cómodos con el status quo.
No es necesario que rompa constantemente su trabajo para comenzar de nuevo, pero tampoco debe enamorarse demasiado de una idea o producto que no puede ver el valor de la iteración y la mejora
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Las compañías más sólidas y exitosas, las que consideramos modelos nuestros, están a millas de donde comenzaron inicialmente.
Para aquellos lo suficientemente mayores, no hace tanto tiempo que Amazon era simplemente un vendedor de libros, o que Google era solo un motor de búsqueda, aunque el más popular.
Incluso las instituciones más habituales han buscado expandir lo que pueden ofrecer a los clientes; Dependiendo de dónde viva, ahora puede ordenar sus comestibles en línea y recibirlos en su automóvil.
Todas las empresas siempre buscan ese incentivo adicional para los clientes, y aunque algunas de ellas pueden parecer dorar el lirio, es un impulso bien ubicado que empuja a las empresas a hacer más
Ese impulso para la mejora constante requiere un grado de humildad por parte de los fundadores y las empresas en su conjunto; Es un reconocimiento de que nada se perfecciona o termina.
Esa comprensión no impide, y no debería, que ninguno de nosotros intente mejorar continuamente para acercarnos cada vez más a un objetivo que nunca podríamos alcanzar. Incluso el brillante Leonardo Da Vinci volvería a sus obras una y otra vez, nunca completamente satisfecho de que sus creaciones encontraran la inspiración en su mente.
Tal vez Da Vinci es un gran listón para nosotros mismos; sinceramente, la mayoría de nosotros estaríamos contentos de ser Bob Ross, según las analogías de los artistas, pintando algunas "pequeñas nubes felices" y haciendo un trabajo sólido, si no trascendente. El punto más importante es que todos deberíamos buscar mejorar en todo momento, no solo en lo que hemos creado, sino en cómo trabajamos, organizamos y pensamos. La complacencia es el enemigo, y tememos y dudamos de los compañeros que necesitamos: miedo a que nos resbalemos y perdamos cuota de mercado, dudemos de que lo que creemos sea correcto es exactamente así. Demasiado de los dos es una receta para deshacer, pero en la medida correcta, ambos sirven como recordatorios útiles que aún te quedan por recorrer y millas por recorrer antes de dormir.
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Seguir el proceso de mejora es un ejercicio en gran parte de la mente. Por supuesto, hay cosas tangibles que se pueden hacer para mejorar su negocio, pero comienza pensando en lo que está haciendo actualmente y considerando cómo puede ser mejor. Sentarse con un lápiz y papel o un documento de texto en blanco y reflexionar sobre lo que puede mejorar es un gran comienzo, pero puede verse limitado por el alcance de su propia visión. Para tener una idea real de cómo mejorar, debe involucrar a todo su equipo, las personas que colectivamente ven todos los aspectos de su negocio hasta el más mínimo detalle. Podría ser el caso de que haya algún problema que no haya considerado completamente, o una idea que un empleado podría presentar que nunca podría haber encontrado sin el conocimiento íntimo que ha desarrollado.
Esas son, por supuesto, las fuerzas internas que pueden ayudarlo a mejorar; No puedes olvidar que hay controladores externos que también te impulsan a ser mejor. La competencia no solo es saludable, es necesaria para que cualquier empresa logre lo que es capaz de hacer. Nadie pasa por el problema de iniciar y hacer crecer un negocio para hacer solo un producto correcto o uno fácilmente superado por otros en el campo. Hiciste algo que quieres ser el mejor, y ver lo que otros están haciendo desencadena esa misma racha competitiva y te empuja a intentar superar a tus compañeros. Es posible que no tenga los mismos recursos que algunos de los que enfrenta, pero tiene su ingenio y determinación, y el instinto de supervivencia que le permite hacer más de lo que antes creía capaz. Mira lo que otros están haciendo y dite a ti mismo que puedes hacerlo mejor.
El impulso para la mejora es gravoso, particularmente en compañías sin los recursos o la fuerza laboral para regresar constantemente a la mesa de dibujo. Pero aún más difícil es perder el negocio porque te sientes demasiado satisfecho con lo que has logrado hasta ahora, olvidando que el éxito nunca es una situación permanente, y que siempre hay alguien con el objetivo de tomar lo que tienes.
Artículo escrito por : Mary Juetten en Forbes
